¿Cuál es la composición típica y el nivel de pureza de las placas de molibdeno?
La composición típica y el nivel de pureza de
Placas de Molibdeno puede variar según los requisitos específicos de la aplicación y el proceso de fabricación. Sin embargo, el molibdeno de alta pureza se utiliza comúnmente en diversas industrias. A continuación se ofrecen pautas generales para los niveles típicos de composición y pureza:
Composición típica:
Las placas de molibdeno están compuestas principalmente de molibdeno (Mo).
El contenido de molibdeno suele ser superior al 99,95 % para aplicaciones de alta pureza.
Impurezas:
La pureza del molibdeno se caracteriza por bajos niveles de impurezas, siendo las impurezas más comunes el carbono, el oxígeno, el nitrógeno y otros elementos metálicos.
La presencia de impurezas se minimiza para cumplir con los estándares de pureza deseados.
Niveles de pureza:
Las placas de molibdeno de alta pureza suelen tener niveles de pureza superiores al 99,95%.
Los grados de pureza ultra alta pueden tener niveles de pureza del 99,99 % o incluso superiores.
Elementos de aleación:
Algunas placas de molibdeno se pueden alear con otros elementos para mejorar propiedades específicas. Los elementos de aleación comunes incluyen titanio, circonio y hafnio.
Oligoelementos:
El control estricto de los oligoelementos es esencial para aplicaciones donde se debe minimizar la presencia de ciertos elementos. Por ejemplo, un bajo contenido de azufre y fósforo puede ser crítico en aplicaciones específicas.
Los requisitos exactos de composición y pureza se pueden especificar según el uso previsto de las placas de molibdeno. El molibdeno de alta pureza suele preferirse en aplicaciones donde los contaminantes podrían afectar negativamente al rendimiento, como en la electrónica, la industria aeroespacial y los entornos de alta temperatura.
¿Qué acabados superficiales están disponibles para las placas de molibdeno?
Placas de Molibdeno Se puede terminar con varios tratamientos de superficie para lograr propiedades específicas o cumplir con requisitos de aplicación particulares. La elección del acabado superficial depende de factores como el uso previsto, las condiciones ambientales y los procesos de fabricación. A continuación se muestran algunos acabados superficiales comunes para placas de molibdeno:
Acabado laminado en caliente:
Las placas de molibdeno pueden tener un acabado laminado en caliente, que es la condición de la superficie después de que el metal se ha laminado en caliente hasta alcanzar el espesor deseado.
Este acabado puede tener una superficie escalada y es adecuado para aplicaciones donde una superficie lisa no es un requisito crítico.
Acabado laminado en frío:
Las placas de molibdeno laminadas en frío se someten a una laminación adicional a temperaturas más bajas, lo que da como resultado un acabado superficial más suave y refinado.
A menudo se prefieren las placas laminadas en frío cuando se necesita una textura superficial más fina.
Acabado del suelo:
Las placas de molibdeno se pueden rectificar con precisión para lograr una superficie lisa y plana.
Los acabados esmerilados son adecuados para aplicaciones que requieren tolerancias estrictas y un alto grado de planitud.
Acabado pulido:
Pulir la superficie de las placas de molibdeno crea un acabado suave y altamente reflectante.
Las superficies pulidas se utilizan a menudo en aplicaciones donde la estética, la baja fricción o una mayor resistencia a la corrosión son importantes.
Limpieza quimica:
Se pueden aplicar tratamientos químicos para limpiar y pasivar la superficie de las Placas de Molibdeno.
La limpieza química ayuda a eliminar contaminantes y capas de óxido, mejorando la resistencia a la corrosión.
Granallado:
El granallado consiste en bombardear la superficie de las placas con pequeñas partículas metálicas para eliminar óxidos y contaminantes.
Este proceso puede crear un acabado texturizado o mate y, a menudo, se utiliza para preparar superficies para revestimientos posteriores.
Aplicaciones de recubrimiento:
Las placas de molibdeno se pueden recubrir con diversos materiales para mejorar su rendimiento. Los recubrimientos comunes incluyen níquel, cromo y otras capas protectoras.
Los recubrimientos pueden mejorar la resistencia a la corrosión, la resistencia al desgaste y la durabilidad general.
Anodizado:
La anodización es un proceso electroquímico que se puede aplicar a las placas de molibdeno para crear una capa protectora de óxido en la superficie.
Las superficies anodizadas pueden tener una mayor resistencia a la corrosión y una mayor dureza.
Pasivación:
La pasivación es un proceso que elimina impurezas y crea una capa protectora de óxido en la superficie de las placas de molibdeno.
Las superficies pasivadas suelen ser más resistentes a la corrosión.